viernes, 9 de marzo de 2012

Cuarenta y Siete: Palabras, Palabras, Palabras

Lo comenté en Twitter hace un par de semanas, porque mi emoción es grande: Darío se fue de vacaciones como un niño silente y contemplativo y ha regresado como un verdadero papagayo. Con palabras reales (un 5%) y palabras inventadas (95%), se ha dado maña para establecer lo que podríamos entender ya como "comunicación verbal propiamente tal".

Como nunca antes, existe en él la intención de repetir las cosas que escucha (en el idioma que sea) y se han apagado mis temores por la demora en que todo esto ocurriera. Me he puesto como meta no someter a Darío a presiones innecesarias, por lo que me negaba a aceptar algunas "sugerencias" de cercanos que me invitaban a llamar a un fonoaudiólogo u otro especialista en ese ámbito. Quedan más de dos años para que comience su vida escolar y me parecen más que suficientes para recuperar ese supuesto "tiempo perdido". 

Y es que creo que no hay tiempo perdido ni en los primeros años, ni nunca...Tanto así que hemos descubierto sorpresivamente, con la Andrea, que hay palabras en las que no hemos insitido, pero que Darío utiliza porque quedaron latentes en alguna parte de su cerebro bullente de energía. Todo el tiempo compartido con él ha sido atesorado, aun cuando a nosotros nos parezca increíble que los niños tengan la capacidad de asimilar la infinita cantidad de estímulos a la que están expuestos en esta etapa.

¿Se imaginan lo difícil que debe ser enfrentarse a un mundo desconocido, en que las cosas no tienen nombre o, peor aún, para el que ni uno tiene nombres, porque no cuenta con una estructura mental predefinida? Los niños capturan y bautizan el mundo al mismo tiempo, en uno de los procesos más hermosos que puedan existir y el cual, lamentablemente, no recordamos de adultos.

Se termina la etapa contemplativa y comienza la etapa "esponja", en la que no solamente existe la exposición involuntaria al mundo, sino también el interés por imbuirse mucho más de él, de conocer cómo funcionan las cosas y principalmente, como Darío logra describir lo que siente, uniendo esas mismas palabras que le costó tanto enunciar, pero con las que ahora está generando sus primeras oraciones, como la de hoy "papá oco tete"...o en castellano sencillo: "el papá loco se puso mi chupete"...

2 comentarios:

  1. Cuando arrancan a hablar no paran!!! Aunque a veces hay que hacer un curso para entenderles!! Divino está tu pequeño! saludos
    @daniela_uy

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  2. gracias, Daniela!! Esperábamos tanto que hablara y pasa exactamente lo que dices tú...ahora no paran! Saludos y que estés muy bien

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