lunes, 2 de septiembre de 2013

Sesenta y Nueve: Problemas

Mi hijo mezcla fantasía con realidad. Lo hace todo el tiempo, como cualquier niña o niño de cuatro años. Así también lo hacía yo en su momento, proyectando e inventando mundos en que los problemas no existían, o eran resueltos rápidamente por fuerzas sobrenaturales. Muy probablemente, gracias al altruismo y compromiso de algún superhéroe.

Los años nos hacen más vulnerables a las dificultades. Y cada vez menos conscientes de que nos “ahogamos en vasos de agua”, de que asumimos una actitud naturalmente negativa frente a lo que nos ocurre, antes siquiera de analizar sus alcances.

“Papi, me mojé”, me dice Darío desde el asiento de atrás del auto, pues el jugo que iba tomando, le chorreó por la polera…Antes de que yo pueda esbozar un lamento, me mira y agrega: “No importa, papi, espera a que se seque”.

Complicación sencilla, solución sencilla. ¿En qué momento nos vamos enredando tanto? ¿En qué momento perdemos esa infalible lógica infantil que nos permitía disfrutar mucho más de cada momento?

Cierto, comparto muchas cosas de este mundo con Darío, me esfuerzo porque comprenda los contextos y tome decisiones en base al conocimiento que va adquiriendo. Pero es impresionante el impacto que tiene en mí la retroalimentación que me da con sus preguntas y con sus acciones, tan despojadas de paradigmas y prejuicios.

“Dios es más grande que tu problema”, suelen decir algunos adhesivos y souvenirs de diferentes religiones. La lección cotidiana de Darío hacia mí, es que siempre hay conceptos o ideas que sobreponer a aquello que llamamos, a priori, “problemas”, independiente de si somos creyentes o no.

Nadie decide enfrentar dificultades. Pero sí tenemos la opción de elegir cómo salir de ellas. Parece una declaración de tal sencillez que asombra, mas no tenemos demasiado tiempo para incorporarla a la rueda de lo cotidiano. O no tenemos demasiadas ganas de hacerlo.

Sentirme cómodo en la complicación, es algo en cuyo escape estoy trabajando de manera constante. Darío me ayuda con sus ideas. ¡Son tan parecidas a las que alguna vez tuve!


No hay comentarios:

Publicar un comentario