miércoles, 4 de enero de 2023

Ciento Veintiocho: Quedarnos con lo Bueno


Es época de cierres y evaluaciones para niñas y niños, por lo que resulta importante recordar que la medida de esa apreciación no es única. No puede ser única, porque cada espíritu es diferente; porque cada quien enfrenta metas relacionadas con su capacidad; con sus posibles dificultades; con los contextos en que se desenvuelve.

Idealmente, así debería ser. Aunque sabemos que, en la práctica, las calificaciones generan ciertas dinámicas que pueden llegar a agotar a nuestros/as hijos/as. La presión y exigencia desmedidas van desgastando, más todavía cuando al mismo tiempo, desaparece el reconocimiento.

“Quedarse con lo bueno” es ser justos en el análisis; sinceros en identificar las brechas y los avances. Acogedores para valorar los logros, identificando todos los que sean posibles. Son esos pasos hacia adelante los que van motivando y generando condiciones para seguir creciendo.

¿Y los fracasos? Ideal comenzar a llamarlos de otra forma. “Lecciones”, “aprendizajes”, “oportunidades”, dando a entender que también existen y que nunca son definitivos. Que siempre hay una chance para hacerlo de nuevo y con una estrategia diferente. Porque, así como equivocarse es parte de la vida, también lo es la opción de levantarse.

¿Aprendiste algo nuevo? ¿Leíste mucho más que el año pasado? ¿Te relacionaste con amigos y amigas que te hicieron sentir bien? ¿Conocimos cosas nuevas en familia? Tanto a favor, mientras experimentamos la alegría de vivir. Sólo hace falta abrir bien los ojos, para verlo.